Los límites para Pepa Flores, "Marisol", entre su personaje público y su propia vida se fueron borrando a causa de una sobreexposición mediática, que provocaba que fuese fotografiada a diario. Su mito encarnó como muy pocos la historia reciente de su país, España. En tan sólo 25 años pasó de ser la niña prodigio que entusiasmaba al franquismo a volverse uno de los rostros públicos del partido comunista al manifestar su simpatía. Su evolución fue tan drástica que pasó de estar al frente de los Coros y Danzas falangistas a ser el primer desnudo en una portada de revista durante la democracia. Toda España presenció su primer matrimonio, y tan sólo diez años después su siguiente casamiento se produjo en Cuba con el mismísimo Fidel Castro apadrinando el evento.